No sabemos lo que tenemos hasta que lo reformamos. Este lema podría ir perfectamente ajustado a la transformación de esta cocina, que era una habitación en blanco, súper mal aprovechada y sin ningún espacio definido. Paredes en blanco, uniformes y muchísimo hueco por todos lados.
Pero el cambio ha sido brutal. En un espacio donde los metros cuadrados son puro lujo y cada rincón cuenta, esta cocina se transforma en un refugio contemporáneo que equilibra funcionalidad, estilo y mucha personalidad. La clave: una reforma integral que parte de la cocina como eje central para reinventar el resto del espacio.
Un espacio en abierto con mucha personalidad
Lejos de optar por lo convencional, esta cocina va mucho más allá. Un espacio sin límites con la capacidad suficiente para diseñar una isla de cocina y una zona de comedor particular para reuniones más íntimas e informales. Para los muebles de la cocina, se ha elegido un profundo color azul que evocan serenidad en una encimera de madera natural más cálida y con contraste. Además, la pared de ladrillo rompe con cualquier norma estética o 'usual' que solemos ver en el resto de reformas.
Una combinación que no solo marca tendencia, sino que establece el tono para el resto del espacio: una habitación diáfana pero con una transformación muy moderna, acogedora y llena de vida que se integra con la naturalidad del espacio y el juego del color.
La isla de cocina podría decirse que se ha diseñado para ser una continuación elegante de la zona de trabajo. Una mesa de madera que se integra con el color de la encimera, crea un lugar ideal tanto para cenas de picoteo como para preparar reuniones improvisadas. Vemos como los zócalos y estanterías siguen con el color principal de la reforma: azul oscuro.
Al fondo, una zona de comedor donde la pared se integra con el color de los muebles. Ubicada estratégicamente para ofrecer una sensación de recogimiento, este espacio actúa como un remanso de calma. Los textiles son más suaves, una alfombra debajo de la mesa que delimita el espacio entre ambas zonas, y cuadros decorativos en las paredes que aportan armonía y bienestar.
Como parte a destacar, la vegetación juega un papel principal en esta cocina con comedor. Estanterías y taburetes llenos de plantas convierten a esta cocina en un vergel único y llamativo.
En definitiva, una reforma sensacional que ha aprovechado hasta el último rincón de esta cocina en abierto para convertirla en un espacio con comedor que invita a quedarse y disfrutar.
Imágenes | Vía @thehawkes_victorianrenovation
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