Antes de la reforma, este patio alargado y estrecho era un simple pasillo exterior, rodeado de muros muy altos que limitaban las posibilidades de uso y sobre todo la entrada de luz. Su distribución poco práctica y la falta de encanto lo convertían en un rincón olvidado para trastos, en vez de en un espacio para disfrutar como debería ser.
A mi modo de ver clave de este cambio está la organización del patio en dos alturas. La plataforma superior a la que se accede mediante una escalera, mejora el acceso a la luz natural y permite aprovechar mejor cada zona del patio, además la madera en los peldaños de la escalera y delimitando la zona aporta calidez al conjunto.
En la parte superior, donde el sol incide durante más horas al día, se instaló césped artificial y se diseñó un banco a medida, ideal para sentarse, leer o simplemente disfrutar del aire libre. Este nivel superior es sin duda la zona estrella del patio: funcional, acogedora y perfecta para desconectar sin salir de casa.
La transformación de este patio demuestra que no hacen falta grandes dimensiones para crear un espacio exterior atractivo y útil. Con una buena planificación y materiales bien escogidos, cualquier rincón por estrecho y oscuro que sea puede convertirse en un pequeño oasis urbano lleno de vida y encanto.
Más información | therenocoperth en Instagram
Ver 0 comentarios